Uno de los mejores planes para el fin de semana es el tapeo, sobre todo cuando llega el buen tiempo. Hay infinidad de variedades, desde las más sencillas a las más sofisticadas. Pero si algunas no pueden faltar son éstas que te contamos.
La tortilla de patata es sin duda la reina de la gastronomía madrileña. Esta deliciosa receta, preparada con patatas, huevos y en algunos casos cebolla, es uno de los más tradicionales en todo el país. Una receta muy sencilla y versátil que se puede servir fría o caliente, como tapa o como plato principal, y que siempre está a la altura de cualquier ocasión.
Otra tapa apetecible en cualquier momento son los huevos estrellados, también conocidos como huevos rotos. Son huevos sin cuajar con patatas fritas y jamón ibérico. Esta receta es especialmente conocida en el restaurante Casa Lucio, que lleva más de 40 años sirviéndose como una de sus principales especialidades.
Y qué decir de las bravas, otra de las tapas más populares, con esas patatas cortadas en dados, fritas y acompañadas por salsa de tomate más o menos picante.
Las mollejas y los zarajos son otro clásico del tapeo. Las mollejas son los sesos de cordero lechal, que se preparan encebolladas, a la plancha o al ajillo, mientras que los zarajos son el intestino, muy lavado y colocado en forma de madejas, y cocidos para que se conserven.
Aunque no hay mar, las gambas también son muy apreciadas por el paladar local, ya sea al ajillo, a la plancha o en gabardina. Y no podrás decir que eres un experto tapeador si no has comido un bocadillo de calamares, otra de las recetas más clásicas de Madrid. Lo puedes disfrutar en muchos restaurantes, pero el clásico es el del restaurante El Brillante, en el que se ha servido desde hace más de 70 años.
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